2 de diciembre de 2008

A VUELTAS CON LA MEMORIA HISTORICA



"Un resentimiento surge siempre calladamente en la conciencia de los vencidos: el de que todo gran fracaso es en el fondo merecido".
Gregorio Marañón

Recientemente he recibido un correo electrónico –no sé si como uno más de esos que la gente reenvía a modo de estupidez para matar el tiempo-, que hablaba sobre las víctimas del franquismo, la memoria histórica, las iniciativas del juez Garzón y particularmente, de los miles de niños que supuestamente el franquismo apartó de sus padres legítimos.

Reconozco que en un primer momento tuve dudas sobre si merecía la pena entrar una vez más en el debate de “la memoria histórica” y/o sobre “las víctimas del franquismo”, tema que últimamente viene siendo recurrente en nuestros medios de comunicación. Dudaba, por ser un tema que, al margen de ideologías políticas, parece que lo único que persigue es revolver en el pasado, para alterar la convivencia en el presente. Eso y poner de manifiesto una vez más, la delirante egolatría de jueces y políticos megalómanos, empeñados en ser protagonistas, una y otra vez, de las portadas de informativos y periódicos, al precio que sea. Finalmente y precisamente por ello, por considerar todo este tema un atentado contra el sentido común, he decidido no callar y dar mi opinión al respecto.

Y es que, entre otras cosas, el precio que pagamos en este caso, es la pacífica convivencia de un estado que ha pasado por varias guerras civiles a lo largo de la historia, la última de ellas especialmente cruel y sangrienta. Los instigadores de esta vuelta al pasado, parecen olvidar que en una guerra civil combaten dos bandos y que en ambos se producen matanzas y crímenes. También parecen olvidar que las guerras tienen su origen en determinadas circunstancias sociales: sin esas circunstancias concurrentes, es extremadamente difícil poner en marcha una guerra civil. 

Sobre las circunstancias concurrentes que dieron origen a nuestra última guerra civil y sobre la propia guerra, hay abundante material historiográfico que cualquiera puede consultar. A estos efectos sugiero consultar varias fuentes, de forma que uno pueda comparar y extraer sus propias conclusiones. En general, las fuentes procedentes de historiadores reputados suelen ser las más fiables, pues la mayoría incluyen una extensa labor bibliográfica, de investigación y documental, muy por encima de los “ensayos” de corte político o ideológico y escritos, muchas veces, desde la demagogia y/o por personas escasamente documentadas. Ejemplos de fuentes reputadas en ambientes académicos, pueden ser: Ramón Menéndez Pidal, Claudio Sánchez-Albornoz, Jaime Vicens Vives, Ricardo de la Cierva, Fernando García de Cortazar, Stanley G. Payne…

Al margen de indagar en los orígenes, causas y en la propia guerra civil española, al final la cuestión, lo que verdaderamente importa es ¿PARA QUE HAY QUE VOLVER A HABLAR DE ELLO? Porque hasta la fecha, el que quería podía reclamar los cuerpos de sus familiares muertos en la guerra, de cualquiera de los bandos, ya que muertos –de toda índole y condición- hubo, efectivamente, en ambos bandos, algo que parece olvidar, con sospechosa insistencia, la ley de la Memoria Histórica y más comúnmente los principales instigadores de esta vuelta al pasado.

Ahora parece que también hay niños que fueron secuestrados o reubicados por el régimen de Franco. Desconozco el tema en profundidad, así que ni siquiera lo pondré en duda, pero supongo que la mayoría de ellos serían huérfanos de guerra o sus padres estarían encarcelados, porque francamente, no veo a ningún gobierno de postguerra, con un estado totalmente en bancarrota y con gravísimos problemas económicos y de abastecimiento de toda índole, arrebatando niños a sus padres legítimos por simple capricho, ya que ello suponía tener que hacerse cargo de su manutención. Peor aún era la situación de la práctica totalidad de las familias, que salvo rarísimas excepciones, dependían de las cartillas de racionamiento para poder comer, así que difícilmente hubieran deseado alimentar una boca más en aquellas circunstancias. No; me temo que unos y otros, no aceptarían hacerse cargo de esos niños por capricho, si no más bien por estricta necesidad y siempre que los padres legítimos faltaran o no pudieran hacerse cargo de ellos. Me parece que eso tiene bastante más sentido. En cualquier caso, estoy seguro de que también en este proceso se darían circunstancias crueles o injustas… como lo son todas las consecuencias de una guerra. Ignoraba, eso si, que hubiera un movimiento importante o reivindicativo con origen en este problema y dudo mucho que para quien lo tenga, en algún sentido o en otro, la justicia no pueda aportar los cauces adecuados para su resolución.

Y es que al final, no nos engañemos o que no nos intenten engañar: lo que hay es un movimiento de revancha, que lo que persigue es ganar hoy una guerra que se perdió hace casi 70 años en los campos de batalla. Una guerra perdida por todos y en la que todos –los de ambos bandos- perdieron vidas; una guerra hace tiempo superada y de la que apenas ya nadie hablaba –incluyendo a vencedores y vencidos, si es que puede hablarse en estos términos-, hasta que un puñado de irresponsables ha vuelto la vista atrás para remover conciencias, conseguir notoriedad, votos casi siempre, o simplemente llenar sus bolsillos con las ventas de librillos más o menos indocumentados.

Eso y lo que parece ser una necesidad imperiosa de que no se hable del presente, mirando para ello al pasado. De esa forma, escándalos mayúsculos o los desatinos de nuestro actual gobierno pasarán más desapercibidos, incluida la crisis que hasta hace muy poco no existía, la pésima gestión de la misma, los desmanes inmobiliarios, los casos de prevaricación y cohecho, las ayudas que no llegan a quienes tienen que llegar, la ingobernabilidad de España en base al estado federal en el que se ha convertido, la insostenibilidad económica de todos esos estados dentro del propio estado, la situación terrible de nuestro sistema educativo, los millones de parados que hacen cola frente a las oficinas del INEM, las miles de familias que serán desahuciadas durante los próximos meses, los índices de delincuencia en aumento y tantos otros temas que SI forman parte de nuestro presente y de los que más directamente depende nuestro futuro.

Pero no hay problema, volvamos al pasado, que es de lo que estábamos hablando: lo que podemos hacer es empezar a poner muertos encima de la mesa. Podemos preguntar a otros muchos a los que las “checas” dieron el paseo a familiares y amigos, incluyendo niños, mujeres, hombres no alistados, monjas, curas… personas cuyo único crimen era pertenecer al bando contrario, habitar en un monasterio, o simplemente ser “familiar de”. Seguro que saldrán muchos más muertos si sumamos también los del otro bando y así ponemos la Memoria Histórica en su justo punto, en donde todos hagamos memoria de la historia, pero de TODA la historia y no sólo de una parte de ella. Podemos hablar de por qué se mataba a alguien simplemente por llevar un crucifijo o vestir un hábito, por ser maestro, empresario… de las matanzas en Cataluña o de los fusilamientos de Paracuellos… Por cierto, que en este caso si queda vivo quien ordenó alguna de esas matanzas, o quien incluso puso alguna bala en la sien de más de un inocente, por lo que puestos a sentar a asesinos en los tribunales, sentemos a los que podamos encontrar vivos, pero de ambos bandos, ¿no parece eso más justo?

Al final, entre unos y otros, habremos puesto un montón de cadáveres encima de la mesa. Lo siguiente puede ser contarlos o ver quién tenía más razón para descerrajar un tiro en la sien de una mujer, un niño o un cura… y ¿de verdad cree alguien que puede haber razones justificadas para algo semejante? Salvo que nos liemos a tiros una vez más, difícilmente nadie hará valer más sus muertos o sus asesinados respecto a los del otro… ¿o es que vale más una vida inocente de un bando que la del otro? No espere nadie que le de la razón en eso. Así que al final y salvo que efectivamente pretendan que nos liemos todos a tiros una vez más, la pregunta es ¿PARA QUE SE INSISTE EN ESTE TEMA Y POR QUE SE INSISTE DE MANERA SESGADA O EN UNA SOLA DIRECCION?

Si fomentamos la revancha, la vuelta al pasado y la historia deformada o la que nos interesa, al final descubriremos una vez más –quienes aún no se han enterado, digo- que los muertos seguirán muertos, que la guerra terminó hace casi 70 años y que en ambos bandos se cometieron atrocidades. Sin embargo, esa vuelta al pasado no habrá salido gratis; la vida y la historia nos demuestran que nada es gratuito y mucho menos aquello que juega con las heridas del pasado, o que se aproxima a la sensibilidad más íntima de las personas. Precisamente es por ahí por donde empiezan muchas guerras. 

Así que, por mi parte, sugiero ocupar el tiempo de todos y en particular el de quienes se encargan de gobernar –a ellos se lo exijo-, en resolver los gravísimos problemas del presente. Prefiero, también, seguir conviviendo en paz, la misma que hasta ahora hemos tenido, sin que intercedieran todos estos supuestos “iluminados” y “vengadores”; la misma que he conocido desde que tengo uso de razón. Y la única memoria histórica que me interesa es aquella que fomenta la unidad de los pueblos, el perdón, el olvido, la aproximación y la constatación de que existe un futuro de vida en común, en donde cada ser humano forma parte de lo que somos y seremos. Lo siento, pero esas otras memorias parciales de las que se habla desde determinadas instituciones, me parecen cualquier cosa menos eso.

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