Nadie puede usar la palabra progreso si no tiene un credo definido y un férreo código moral… Porque la misma palabra "progreso" indica una dirección; y en el mismo momento en que, por poco que sea, dudamos respecto a la dirección, pasamos a dudar en el mismo grado del progreso. Gilbert Keith Chesterton.
¡VIVA LA ESTULTICIA! Vivimos en un estado de invidentes crónicos. Me refiero a los ciudadanos, claro. Porque luego están los "aguilillas" de los negocios, los políticos visionarios y los que únicamente ven en todo lo que les rodea posibilidades de medrar y enriquecerse por el camino más fácil y rápido.
¡VIVA LA ESTULTICIA! Vivimos en un estado de invidentes crónicos. Me refiero a los ciudadanos, claro. Porque luego están los "aguilillas" de los negocios, los políticos visionarios y los que únicamente ven en todo lo que les rodea posibilidades de medrar y enriquecerse por el camino más fácil y rápido.
Y es que en lugar de tener una estrategia a medio y largo plazo, con visión de futuro y sostenible, hay quien se empeña en vendernos operaciones inmobiliarias y especulativas, como si fueran motores de desarrollo. Proyectos como el "GRAN SCALA", que pretende desarrollar en Los Monegros (Aragón) una versión a la española de Las Vegas, con casinos, hoteles y parques temáticos. ¿Desarrollo de qué? ¿De un grandisimo bodrio que va a convertir una buena parte de Los Monegros en un estercolero de las peores pasiones y miserias humanas? ¿En un negocio que nos hará aún más dependientes del turismo y de los visitantes extranjeros? ¿Casinos y parques temáticos que se vacían en épocas de crisis y que son extremadamente difíciles de rentabilizar, especialmente los segundos? ¿De una aberración ecológica, fagocitadora de recursos?
Además de las propias, para que funcione adecuadamente ese modelo de desarrollo, hace falta una cantidad ingente de infraestructuras paralelas. Entre otras cosas, carreteras, aeropuertos, ferrocarriles, suministro de electricidad –electricidad que ya importamos actualmente, por ser deficitarios en su generación-, agua –de la que carece la zona-, redes sanitarias y depuradoras, un sistema de recogida de basura, plantas de almacenamiento y tratamiento de residuos... Si, porque nadie pensará que todos esos visitantes no se van a duchar, serán estreñidos y/o que no producirán detritus, ¿verdad? Y como consecuencia directa de todo ello, un trasiego ingente de vehículos, mercancías y personas. Todo muy ecológico. Que nadie se engañe: este modelo de desarrollo esta basado en una gran afluencia de visitantes, cuantos más mejor. Y donde hay un tráfico intenso de personas, hay degradación medioambiental, se quiera o no y por más que se trate de hacer más o menos de forma ecológica. Esa es la realidad y cualquier otra consideración es negar la evidencia, o mirar para otro lado para justificar nuestro afan de riqueza.
Por descontado, sin olvidar que donde hay juego y se mueven grandes sumas de dinero, la prostitución y las drogas suelen ser compañeros de viaje habituales, tanto como las mafias que viven de todo ello, o la posibilidad de utilizar ese tipo de negocios para blanquear dinero. Y todo ello en un estado en donde delinquir "sale barato", como es bien sabido por las redes de delincuentes internacionales y entre las bandas organizadas, que de unos años a esta parte vienen eligiendo España, no como destino turístico preferente, sino como un magnífico lugar en donde desarrollan y prosperan con relativa facilidad sus deleznables negocios. Las Vegas ha sido y continúa siendo un claro ejemplo de todo ello y aunque se nos dirá que aquí se pondrían las medidas adecuadas para que esto no ocurra, la experiencia demuestra que son más fáciles de comprar las voluntades con dinero, que gastar dinero en mantener la firmeza en una determinada voluntad.
Por descontado, sin olvidar que donde hay juego y se mueven grandes sumas de dinero, la prostitución y las drogas suelen ser compañeros de viaje habituales, tanto como las mafias que viven de todo ello, o la posibilidad de utilizar ese tipo de negocios para blanquear dinero. Y todo ello en un estado en donde delinquir "sale barato", como es bien sabido por las redes de delincuentes internacionales y entre las bandas organizadas, que de unos años a esta parte vienen eligiendo España, no como destino turístico preferente, sino como un magnífico lugar en donde desarrollan y prosperan con relativa facilidad sus deleznables negocios. Las Vegas ha sido y continúa siendo un claro ejemplo de todo ello y aunque se nos dirá que aquí se pondrían las medidas adecuadas para que esto no ocurra, la experiencia demuestra que son más fáciles de comprar las voluntades con dinero, que gastar dinero en mantener la firmeza en una determinada voluntad.
Si se quiere construir algo para desarrollar la zona, lo cuál puede ser deseable y comprensible, y puestos a imitar modelos, podría haberse planteado -por ejemplo y como ya se ha mencionado anteriormente- UNA CIUDAD TECNOLOGICA, al estilo de Silicon Valley, en Estados Unidos. Eso, al menos, si serviría para diversificar nuestra forma de generar riqueza, nos haría menos dependientes del exterior y contribuiría a crear un modelo más sostenible. Además, puesto que el impacto medioambiental sería notablemente inferior y dado que la tecnología siempre es necesaria, contribuiría mucho más activamente a nuestro desarrollo económico y sería fácilmente exportable; es decir, también podría generar entrada de divisas y contribuiría a equilibrar nuestra balanza de pagos. No sólo eso, sino que también ayudaría a crear puestos de trabajo permanentes y no estacionales, así como a mejorar nuestra oferta y calidad educativa, puesto que alrededor de un modelo de este tipo también es frecuente desarrollar universidades altamente especializadas, que por lo general son las más rentables, algo de lo que también carecemos.
Si; sin duda esa sería una forma mucho más inteligente de generar riqueza. Al mismo tiempo permitiría fomentar la cultura, la investigación y los proyectos de I+D+i, de los que a tantos políticos se les llena la boca... hasta que tienen que elegir entre lo inmediato y lo que les favorece a ellos, es decir conseguir votos, poder y no pocas veces dinero, o apostar por el futuro, plantear estrategias a medio y largo plazo y trabajar en favor de los ciudadanos, que es a los que se supone que representan y por cuyo interés deberían velar en todo momento.
Que a nadie le quepa la menor duda, de que dentro de unos años, alguien criticará el cagajón de los Monegros; alguien discutirá sobre lo que se podría haber hecho y no se hizo; alguien lamentará esta aberración y pondrá como ejemplo lo que hicieron en otros países con mayor y mejor visión de futuro... Pero la realidad es que para entonces, ya habremos vuelto a tropezar con las peores pasiones humanas, con la codicia de unos pocos especuladores y con la necedad de algunos políticos cortoplacistas y a la caza de votos. También unos pocos se habrán llenado los bolsillos de billetes y hasta es posible que se genere riqueza en la zona, pero en base a un proyecto difícilmente sostenible y cuyo coste en recursos y en impacto medioambiental será a todas luces excesivo. El resto, a lamentarse, a ser posible por los bares, que es lo que mejor sabemos hacer en España... Y así nos va. Insisto: así nos va.
¿Cuándo aprenderemos?
Para saber más:
No hay comentarios:
Publicar un comentario